domingo, 29 de diciembre de 2013

Fin de año.



Será que este año es igual que los demás años, hay muchas metas y propósitos que no logre, pero no por ello estoy triste ni desmotivada, simplemente ahora estoy recordando lo que hice y lo que dejé  de hacer, ahora me digo si no sucedieron Dios tenía sus motivos.

Pero en este año, agradezco todo lo sucedido, evolucioné, cambié y aprendí, aunque en ese proceso me di muchas veces golpes muy fuertes, ahora me doy cuenta que eran necesarios.
Estoy alegre, y podría decir que me siento sumamente contenta de estar aquí compartiendo este poquito de mí, agradeciendo a Dios primeramente por cada día de vida que me regaló  y por la experiencia de poder tener a mi lado a una familia.

Conocí muchas personas que me hicieron sentir especial, tuve la bendición de trabajar con personas sencillas llenas de amor y siempre dispuestas a dar lo mejor de ellos para ayudar a los demás.
Tuve la oportunidad de reír y de llorar, de jugar y de enojarme muchas veces, y de volver á reir… recordé mi infancia compartiendo con los niños las buenas nuevas de salvación.

Viajé al interior del país donde tuve la dicha de conocer a las personas de una comunidad empeñadas en mejorar su futuro y el de sus niños, gente humilde y trabajadora que quiere salir adelante.

Algo que cambió mi vida al máximo fue la experiencia de trabajar haciendo un piso de concreto en uno de los barrios más pobres de Tegucigalpa, el piso fue hecho sólo por mujeres y me sentí tan útil que no tengo palabras para describir los sentimientos que me invaden cada vez que recuerdo que no porque tengamos un título universitario somos superiores a las demás personas a nuestro alrededor. 

No me faltó la amistad, y la mayor parte del año estuve  alegre.

Mi última recaída fue en septiembre, y estuve en el hospital por falta de oxigeno debido a  una pulmonía, pero gracias a Dios nuevamente mejoró mi salud en general y llevo casi tres meses sin ningún tipo de dolor.
Obtuve otro logro más al recibir mi diplomado en Ingles, así que no todos los años son lo mismo…

 
No puedo dejar de mencionar que el regalo más grande que recibí fue poder mejorar la salud bucal de niños y niñas en las brigadas medicas con WGO, eso no tiene ningún precio, doy gracias humildemente a  Dios por concederme este  honor.  

Pienso que bueno o malo este 2013 fue un año productivo.

Así que no me resta más que decirles a todos y todas que si formaron parte de mi 2013 Dios bendice la vida de cada uno de ustedes, y especialmente deseo hacerles saber que los planes de Dios son perfectos, muchas gracias por ser parte de mi vida. 

Mis mejores deseos Hoy y siempre. 

Karen Flores.


Una difícil decisión.

Desperté, con una nueva visión de mi misma, hacer algo que mantuviera mi mente ocupada, pero no sabía qué hacer, así que tome la decisión de escribir...

Hace no mucho tiempo tuve una experiencia muy dramática que destruyo mi autoestima, y me hizo retroceder y verme como alguien a quien nadie quería, sin embrago esa sólo era la parte bonita de la historia, después de varias platicas con una sicóloga, comprendí que a veces esas caídas nos sirven para entender mejor hacia adonde queremos llegar o que metas tenemos que fijarnos para lograr.

Yo ahora comprendo que muchos de los desaciertos que tenemos es porque elegimos mal el camino y aunque hayan señales advirtiéndonos el peligro a cada situación nos empeñamos en continuar. Yo fui una de ellas, me esforcé mucho para lograr nada, me ilusioné con algo que solo estaba en mis sueños e idealicé mi vida como un cuento.

Y aunque curarme ha sido parte del proceso la parte difícil fue entender que tenía que seguir con mi vida dando paso por paso, Hoy, un año después, de pensar mucho en mi misma, lo que quiero, lo que significan las personas en mi vida y las muchas metas y planes que me he propuesto, estoy segura que lo hare paso por paso, sin apresurarme sin atrasarme.

Hoy es un nuevo día para mí, no quiero retroceder.
La decisión más difícil para mí fue comenzar a cambiar.


Karen Flores