Será que este año es igual que los demás años, hay muchas
metas y propósitos que no logre, pero no por ello estoy triste ni desmotivada,
simplemente ahora estoy recordando lo que hice y lo que dejé de hacer, ahora me digo si no sucedieron Dios tenía
sus motivos.
Pero en este año, agradezco todo lo sucedido, evolucioné, cambié
y aprendí, aunque en ese proceso me di muchas veces golpes muy fuertes, ahora
me doy cuenta que eran necesarios.
Estoy alegre, y podría decir que me siento sumamente contenta
de estar aquí compartiendo este poquito de mí, agradeciendo a Dios primeramente
por cada día de vida que me regaló y por
la experiencia de poder tener a mi lado a una familia.
Conocí muchas personas que me hicieron sentir especial, tuve
la bendición de trabajar con personas sencillas llenas de amor y siempre
dispuestas a dar lo mejor de ellos para ayudar a los demás.
Tuve la oportunidad de reír y de llorar, de jugar y de
enojarme muchas veces, y de volver á reir… recordé mi infancia compartiendo con
los niños las buenas nuevas de salvación.
Viajé al interior del país donde tuve la dicha de conocer a
las personas de una comunidad empeñadas en mejorar su futuro y el de sus niños,
gente humilde y trabajadora que quiere salir adelante.
Algo que cambió mi vida al máximo fue la experiencia de
trabajar haciendo un piso de concreto en uno de los barrios más pobres de
Tegucigalpa, el piso fue hecho sólo por mujeres y me sentí tan útil que no
tengo palabras para describir los sentimientos que me invaden cada vez que
recuerdo que no porque tengamos un título universitario somos superiores a las demás
personas a nuestro alrededor.
No me faltó la amistad, y la mayor parte del año estuve alegre.
Mi última recaída fue en septiembre, y estuve en el hospital
por falta de oxigeno debido a una pulmonía,
pero gracias a Dios nuevamente mejoró mi salud en general y llevo casi tres meses
sin ningún tipo de dolor.
Obtuve otro logro más al recibir mi diplomado en Ingles, así
que no todos los años son lo mismo…
No puedo dejar de mencionar que el regalo más grande que recibí
fue poder mejorar la salud bucal de niños y niñas en las brigadas medicas con
WGO, eso no tiene ningún precio, doy gracias humildemente a Dios por concederme este honor.
Pienso que bueno o malo este 2013 fue un año productivo.
Así que no me resta más que decirles a todos y todas que si
formaron parte de mi 2013 Dios bendice la vida de cada uno de ustedes, y
especialmente deseo hacerles saber que los planes de Dios son perfectos, muchas
gracias por ser parte de mi vida.
Mis mejores deseos Hoy y siempre.
Karen Flores.