La historia de una muñeca.

                                                                                                                                                                                                                    

Viernes 16 de mayo, viajando a Tegucigalpa de regreso con mucha melancolía por la última semana 

trabajando en El triunfo y en las Chacras Choluteca.

 

 A las 5:21 am suena mi celular y recibí la llamada de Aurora una de las Mujeres del programa de la Iglesia Good Shepherd of The Hill.

 Ella me dijo: “Mi hijo está en la puerta del hotel allí le envió su muñeca”, y que sorpresa la mía al recibir ese preciado regalo. 

Una muñeca de trapo que hicimos un día antes y como no se costurar muy bien ella se ofreció a terminarla por mi y hacerle un vestido.

 Mis ojos no pudieron parar en llanto, por ese gesto, no puedo describir lo que sentí en ese momento pero créanme amigos y amigas que fue lo más bonito que me ha pasado por años.

 Trabajamos una semana completa en la Escuela de Las Chacras  para dar clases a los niños de sus cuerpos y de lo valioso que Dios nos hizo al darnos diferentes cuerpos a los Hombres y mujeres. Y de igual manera impartir  clases de cuidado dental  hacer actividades y juegos con ellos.

Por las tardes las clases con las madres jóvenes y a las abuelas, acerca de lo importante que es el desarrollo cerebral de los niños en los primeros dos años de vida.

 Hicimos juegos y dinámicas, y además pasamos tiempo haciéndoles juguetes muy sencillos a los niños.

 Podría describirles muchas cosas las cuales impactaron mi vida y me hicieron entender de lo afortunada que soy de tener muchas oportunidades y de ser quien soy.

 Estoy sumamente feliz de poder ayudar y de poder servir a mi gente, a mi país y de hacer la diferencia.

Conocí muchas mujeres trabajadoras y humildes que hicieron que mis problemas se convirtieran en humo cuando empecé a escuchar sus testimonios.

 Escribir lo que paso y mis pensamientos de la semana en este maravilloso lugar sólo  hace referencia de lo hermoso que es y de lo bien que se siente hacer algo útil por los demás. aprendí que con un poco se puede hacer mucho.

Al final la Historia de la muñeca sólo es una pequeña muestra de lo mucho que la gente puede apreciarte cuando das lo mejor de ti en cada momento.

Ahora pidiéndole a Dios que me de muchas mas oportunidades como esta para poder crecer día a día.

Por último pero no menos importante; creo que mi corazón ahora está dividido en tres lugares que han marcado mi vida: La Villa de San Francisco F.M. , El Ocote, Olanchito, y El Triunfo-Las Chacras Choluteca.

 Dios bendiga a cada momento la Gente maravillosa de mi País.